martes, 2 de marzo de 2010

HOLLYWOOD LA RAZA Y VARIOS MAS

EL SHOW DEBE CONTINUAR


Para muchos mexicanos de menos de 30 años, las películas han reemplazado a las novelas como la forma dominante de la expresión artística. Muchos estudiantes universitarios se emocionan no por el surgimiento de artistas plásticos o escritores nuevos sino por nuevos directores y creadores de cine…y ni que decir de creadores de video juegos, ya que en la votación popular que organiza la revista Time cada año paralela a la inhouse que realiza sobre los creativos mas influyentes del mundo ganó, por mucho, un japonés quien es el amo del juego, literalmente.

Retomando el tema de las películas, ahora son los productores y directores de cine y para muestra basta ver el fenómeno James Cameron,-- Avatar-- quien astutamente combina ambas tendencias, videojuegos y películas, quienes se emocionan mas con el lurido carnaval que es la vida en este momento, en el hoy y el ahora en todas sus variedades, que los literatos. Son los creadores de cine, no los escritores, quienes no aguantan las ganas de lanzarse a este espectáculo, a este road trip de la vida, como si fueran los Rulfo, los Fuentes, los García Márquez de la primera mitad del siglo xx, y necesitan verla por si mismos para depuse narrarla y representarla. Ahora son ellos quienes tienen los instintos de los reporteros, la curiosidad, la vitalidad, el joie de vivre, el empuje, la energía de enfrentarse a cualquier tema, lanzarse a cualquier terreno, no importa cuan alejado esté de su propia experiencia. Muchas veces precisamente porque esta tan alejado de su propia experiencia es que no pueden aguantarse el sentirlo en carne propia. Como resultado, son la películas, no las novelas, las que se convirtieron en el gran medio narrativo de la última parte del siglo veinte, y principios del XXI

Las películas pueden ser muchas cosas, pero son inherentemente naturalistas, y creo que precisamente por eso su público las adora, porque son intensamente realistas, aunque se den en galaxias far far away o en realidades virtuales, como Pandora.

Las películas son trabajos de equipo, el trabajo de conjuntos enteros de creadores de historias, diseñadores de escena y vestuario, técnicos, actores; muchos de ellos, aun los actores, imbuidos de un celo de reportero, una pulsión por hacer las cosas bien, GET things right, y ninguno intimidado por su ignorancia, si es que es tal---enteramente loable—sobre a lo que puedan estarse enfrentando.

Mas allá del arte que se pueda ver involucrado en la producción de éstas, podemos hacer una comparación técnica entre la novela naturalista, la más leída y disfrutada por el público, como Zola en el siglo XIX y las películas. Hay cuatro recursos específicos que dotan a las novelas naturalistas de su cualidad absorbente y pegajosa:
1) La construcción escena por escena, es decir narrar la historia al moverse de escena en escena en lugar de recurrir a pura narrativa histórica, 2) el uso liberal de diálogo realista, lo que revela carácter del modo mas inmediato y resona mas profundamente con el lector que cualquier forma de descripción ( por sus actos los conoceréis decía la mismísima Biblia), 3) el punto de vista interior, es decir el colocar al lector dentro de la cabeza del personaje y hacerle ver la escena a través de sus ojos y 4) la percepción de detalles de status, las claves que le dicen a la gente donde se sitúan los personajes en la escalera social, como le hacen para mantener o elevar su posición en la vida, o en un situación inmediata, todo, desde la vestimenta y el mobiliario, modos de tratar a inferiores o superiores, gestos sutiles que demuestran respeto o falta de, el conjunto entero de complejas señales que le dicen a la bestia humana si esta teniendo éxito o esta fallando y si ha o no evitado ese enemigo de la felicidad que es mas poderoso que la muerte: la humillación.

Los primeros dos de esos recursos, se usan con bastante eficacia en las películas, es mas, llevan la delantera. Pero nada en realidad funciona a la perfección cuando se trata de meterse dentro de la mente del personaje, ni el voice off, ni el vocie over, ni el mantener la cámara en el hombro del actor. Cuando se trata de ponerse dentro de la mente del personaje, o hacer al espectador entender sutilmente el complejo arreglo de los detalles del estatus, la películas pueden carecer de mucho. Porque o sobre enfatizan, o viceversa. Sin embargo un director que puede con éxito olvidarse de lo subjetivo, de dirigir sujetos porque los tiene ya muy adentrados, muy instruidos acerca de lo que quiere de ellos en cuanto a sus personajes, a su actuación, puede enfocarse con mucho mas éxito en las señales que los objetos deben darnos de manera muy sutil, para no caer en efectos obvios, como una casa que es demasiado lujosa o demasiado miserable, o el acento que es demasiado fresa o demasiado pelado. Por eso, a comparación de las novelas, a las películas les cuesta mucho trabajo explicar cualquier cosa, ya sea la mecánica de un robot o los sutiles ires y venires de las políticas raciales de un país como el nuestro.

Pero donde han triunfado a pesar de todo las películas es porque ya no hay autores que tengan los enromes apetitos de aquellos de endenantes. Necesitamos autores con la energía y los tamaños para enfrentar al país como es ahora, como lo hacen los productores y directores de cine ahora, con una curiosidad muerta de hambre, y una urgencia de salir entre cien millones de almas y hablar con ellos y verles a los ojos, y vivir sus vidas aunque sea un momento, y empatizar, empatizar, empatizar. Son ya los únicos que tiene ganas de construir, investigar, apoderarse de la psicología de lo que están creando. Aliméntenme, aliméntenme es el grito de la literatura y de cualquier otro tipo de expresión artística hoy día. Parece ser que los únicos artistas bien comidos, aun cuando están hambrientos de saber, son los que hacen cine.

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