lunes, 22 de marzo de 2010

DE METODISTAS Y OTRAS CONDUCTAS SANCIONADAS

Porque Estamos Perdiendo la Guerra Contra las Drogas

La guerra contra las drogas es una guerra perdida, perdida como las guerras de los extranjeros en Afganistán. Las causas son similares: un total desconocimiento del enemigo a nivel emocional, lo que hace imposible pensar en una estrategia efectiva, y una incapacidad de flexibilizarse para adaptarse al enemigo. Recordemos que táctica y estrategia no son lo mismo.

Los estados para serlo tienen que hacer contratos sociales con los pueblos que contienen. Una de las cosas que hacen que un estado sea un estado es que la sociedad le ha cedido por lo menos de jure el monopolio de la violencia, en afán de conseguir protección. Solo el estado tiene el derecho de ejercerla con cierta impunidad. Eso funciona cuando las instituciones son firmes, cuando están por encima de los gobiernos, (mas bien administraciones) cuando la ley no depende del capricho de un individuo o un grupo de individuos y se aplica por igual a todos los que componen el estado. Por eso los militares tienen sus propias leyes y por eso a los soldados de un estado solamente los pueden juzgar en esta esfera y tienen su propia policía. Las policías en cambio siempre han sido un problema porque quien es la policía de la policía?

Pero así como el estado no debe decirle a sus ciudadanos que ponerse, Mao, o hacer ilegal el comer puerco (sucede), beber café (sucedió), o leer a Orwell o lo que sea, el estado no debería tener el derecho de decirle a los ciudadanos que pueden o no pueden beber, fumar, inhalar, inyectarse, untarse y/o anexas. Es tan extraordinario que esto suceda como el que el estado pretenda decirle a los ciudadanos con quien pueden casarse y con quien no, o que uno no puede decidir su propia muerte, y tan absurdo como el que pintarse las uñas sea un crimen que se castigue con la muerte. Prohibir el consumo de cierta sustancia es tan inútil como el prohibir el consumo de artículos extranjeros, piratas y anexas…recordemos cuan inútil era y cuanta corrupción generó la prohibición de comprar ciertos artículos del extranjero, cuanto dinero se gasta en la guerra (también perdida) contra la piratería, porque aquí además se olvida un principio universal de la conducta humana: siempr enos gusta más lo que nos dicen que no podemos tener. Yo soy la experta en eso, ah no? Como que no? Claro que si!

No hay una sola droga en el mundo que por si sola sea causa de una adicción. La adicción es problema del cerebro humano no de una sustancia. No hay drogas adictivísimas lo que hay son problemas emocionales sin resolución los cuales el consumidor cree que éstas alivianan aunque sea momentáneamente. Por eso es absurdo pelearse con quienes proveen este “servicio” alivianador, así como es absurdo controlar las medicinas para dormir, yo creo que le sale más caro al estado el insomnio en términos de horas productivas de trabajo que el menos de uno en cien trabajadores que se hace adicto a las benzodiazepinas. Uy que coraje da, quienes se creen, y lo peor es que los huevones, incultos, buenos para nada que firman las leyes en este país son los primeros en la fila a la hora que se trata meterse lo que sea. Ay que coraje este invento copiado de los gringos de pensar que la única manera de ir por la vida es la abstención total de todo, que pueblerino e irracional, que nixoniano, que atentador contra la libertad individual, cuan calvinista, retrógrado y pendejo, por si no había puesto muy en claro lo que pienso al respecto.

Si lo que se quiere combatir es el consumo de drogas, es un absurdo castigar al que las consume o al que las vende. Es hacerlas cosas al revés. Pero si yo fuera un cartel de narco lo que menos querría es que se legalizara el consumo. Tal vez esto de la situación de violencia es una manera disimuladisima de los carteles de manipular la situación para que nunca se legalicen. A ver si me puedo explicar:

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