lunes, 22 de junio de 2009

Siempre que llueve

La nostalgia es aplastante. Es más que un sentimiento, es una pasión, y como toda pasión, se padece. Es interminable y permanente. Solo se disimula un poco con la risa, pero siempre está ahí, detrás de todo lo que se dice, de todo lo que se hace, de todo lo que se escoge. Si no somos mas que el resultado de nuestras propias decisiones, y todas las decisiones mías han sido el resultado de la nostalgia, no hay nada mas en mi vida que esto, la nostalgia por el pasado, por el presente, por lo que va a ser, por lo que nunca fue. El sentimiento ya inùtil, como decía Borges, de que nada nos hubiera costado ser mas buenos de lo que fuimos. No hay nostalgia que se llore mas que la nostalgia de lo que nunca fue.


La nostalgia y la culpa van de la mano, y a veces las acompaña la vergüenza. Todas son las hijas bastardas de la justicia implacable, ciega y sorda de furia. Y aunque el odio y el amor trazan diferentes caminos en el cerebro , ambos llevan a cometer actos heroicos y audaces. Para la biología son sentimientos iguales.


Yo he sentido nostalgia por la cara que ayer deje tirada en el lavabo y no he podido recoger, por las pisadas firmes y fuertes de mi papá, que no son ya ni lo uno ni lo otro, por el olor de su traje cuando llegaba de trabajar y había llovido, por el perfume l'air du temps de mi mamá, por los amigos que perdí a a propósito en el camino porque sentía que no me los merecía, por las ganas que tenia de vivir sola, y ya no tengo, por Italia, que desde que viví ahí hace veinte años no voy, por todos mis perros que se han muerto pero peorpeorpeor por mi Mauro, por mi nana Paquita que se murió en medio de otro duelo mío y no la pude llorar como debiera, por mi abuela que se murió sin que la perdonarà, por la ilusión de que lo que se tenía era perfecto hasta que saliste al mundo y te diste cuenta que nunca iba a poder serlo, por la relación que nunca he podido tener con mi hermano, y por la que tuve pero ya no màs con mis sobrinos que ya hace mucho que viven en otros países, y quieren a otras gentes, por las noches que dormía de corridito, por cuando me podía despertar hasta las diez de la mañana sin pensar, por los libros que compré y no leí, por no haber hecho lo suficiente en esta vida para agradecer tanto que me dio, por lo que no me dio, por no evitar mas el sufrimiento, por agobiarme por el sufrimiento, por negarme la alegría, por castigarme sin merecerlo y por no castigarme cuando lo he merecido, por todo lo que nunca hice y por todo lo que siempre he hecho.


Por beber de mas, por no beber suficiente, por habla de mas, por no hablar suficiente, por no escuchar nunca , por no pensar entes de enfurecerme, por no rogarle a quien habría que haberle rogado de rodillas y por echarme a los pies de quien habría que haberle enseñado la puerta, por no saber jugar el único juego que importa, aunque sepa jugar todos los demás, por mi cuerpo sin cicatrices ni arrugas, por mi pensamiento sin rencores ni venganzas, por todo lo que he llorado por nada y por lo poco que he llorado por todo.



La nostalgia viene de las palabras griegas que describen el regreso a casa pero que se hace con la nostalgia que se siente aun cuando uno esta en casa, la nostalgia de la propia piel, la nostalgia por el día que uno se sienta completo y en casa consigo mismo. A veces siento que mi nostalgia es como quien extraña una mano o una pierna que no tiene.

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