viernes, 16 de julio de 2010

DE DEMIURGOS Y HERMENÉUTICOS

POR UNA TEORÍA GENERAL DEL CAOS

Varias veces en el pasado, la humanidad rozó descubrimientos esenciales, renunciando a proseguirlos. Observemos los que ocurrió hace casi 2500 años en las islas griegas. En Jonia, en la encrucijada de las civilizaciones persa, fenicia, griega y egipcia, Hipócrates creó la medicina, Anaximandro levantó el primer mapa de las constelaciones, Empédocles presintió la evolución de las especies, Pitágoras fundo la aritmética y tales la geometría y Demócrito tuvo la intuición de la estructura atómica de la materia. Con todo, un milenio más tarde las fuerzas del oscurantismo ganaron la batalla y hubo que esperar dos mil años para volver a encontrar ese primer inicio de la ciencia moderna.

Tenemos tanto miedo del cambio, como curiosidad por él; aunque occidente es la cuna de la libertad, siente permanentemente la tentación de la huida de ésta y del conocimiento, de la huida de la responsabilidad individual. Valoramos las aportaciones de la ciencia, pero al mismo tiempo estamos en busca de indicios y mentores que nos descarguen de nuestras responsabilidades, de gurús, brujas, magos, videntes y consejeros—y ahora pulpos advinadores- que nos hagan más fácil la tarea de la vida.

La ciencia sólo aparece en función de la idea que los hombres se hacen del universo. Si un pueblo esta convencido de que hay un creador en el origen del mundo y que aquel determina su futuro, eso quiere decir que hay unas leyes y un futuro discernibles. En el siglo XVII las leyes de la naturaleza reflejaban la existencia de un Legislador supremo; la aparición de la ciencia moderna en occidente en el siglo XVIII, clásico, esta en concordancia con la teología de la época.

Viena, en el siglo XIX en cambio, fue cuna de un notable juego intelectual entre un dios fuerte y uno débil, lo que permitió la aparición de las discusiones intelectuales, las que habrían surgido de este mismo juego en la edad media, cuando los reyes y la iglesia luchaban por el poder, lo que engendró esta circunstancia favorable al pensamiento independiente. En la Viena del siglo XIX se elaboraron las mas prodigiosas construcciones teóricas de nuestro tiempo, en particular la mecánica quántica y la relatividad.

Pero ¿Porqué China no fue cuna de la ciencia moderna, con todos sus descubrimientos por ejemplo? La respuesta nuevamente es de tipo cultural. El poder imperial reprimió desde siempre toda innovación capaz de perturbar el orden social, y las concepciones teológicas de la China corresponden a una visión global, holística del universo que no se presta a un análisis de las leyes mecánicas. Al contrario de Europa, China conocía un a divinidad débil y un poder fuerte, por eso los descubrimientos fundamentales que se realizaron allí, brújula pólvora, timón, no desembocaron en ninguna aplicación práctica, ningún cambio histórico radical.

Pero necesitamos aceptar contundentemente que el universo ya no es un reloj ,una maquinaria determinista, sino un caos. Los descubrimientos revolucionarios en materia de ciencia siempre se deben a constelaciones de genios, como en el alba del siglo XVII con Copérnico, Kepler, Galileo, Brahe, y al alba del XX con Einstein, Broglie, Heisenberg y Schroedinger

Nuestro mundo físico no es un reloj sino un caos imprevisible, todas las teorías deterministas basadas en el encadenamiento necesario de causas y consecuencias son cada vez mas reemplazados por cálculos de probabilidad, los movimiento periódicos estables como los de los planetas, son la excepción, la mayor parte de los sistemas dinámicos son de hecho inestables, como la meteorología.

El clima es imprevisible por definición den algunos. Es el resultado de una suma de incertidumbres: es un sistema dinámico inestable. Ello quiere decir que la menor variación en un lugar cualquiera del planeta provoca efectos considerables, tipo el famoso efecto mariposa.

Otro ejemplo fundamental es el de la moneda. Es imposible calcular aun con la mejor computadora del mundo con absoluta certeza si va a caer en águila o sol y aunque la moneda pasará necesariamente por regiones de incertidumbre, por bifurcaciones, en un sistema dinámico inestable, una condición inicial que conduce a un resultado de águila puede estar tan cerca como se quiera de una condición inicial que lleva a un resultado sol.

En resumen, el azar forma parte de la realidad física. La materia como la vida, está sometida a los hechos. A mi esto me genera asombro, el asombro de que el caos desemboca a pesar de todo en estructuras ordenadas. Einstein decía que lo mas sorprendente en nuestro universo es que se pueda comprender en el alguna cosa. Este orden que nace del caos es la fórmula que mejor podría resumir a la ciencia moderna en todas las disciplinas. Actualmente sabemos que el no equilibrio puede desembocar tanto en el caos como en el orden, este es el modelo con el que funciona en esencia nuestro universo: orden caos, orden caos orden, con un gran consumo de energía en cada etapa.

El caos es el principio general. Hay quienes no puedan con este tema; la gente necesita sentir que tiene un cierto control sobre la vida y hacerla así mas fácil para ellos. Pero lo cierto es que nuestro universo, nacido de un caos inicial, una explosión hace 15 mil millones de años se ha organizado en galaxias y planetas. La mismas vida nacida del azar de la selección natural progresa hacia cada vez más organización y complejidad.

La economía a funciona también según este modelo, De la suma de actividades individuales desordenadas surgen el orden social y el progreso económico. Todos los cracs y crisis, incluyendo esta horrorosa por la que estamos pasando son por definición imprevisibles, como el efecto mariposa, y los especialistas financieros que pretendieron haberlo previsto en realidad solo tuvieron suerte.

Pero ¿Y si adoptamos la postura contraria por aquello de que lo mejor es la duda, dudar, dudar siempre, de todo, para que el conocimiento avance? Esto seria el debate entre ciencia demiúrgica y ciencia hermenéutica. Ciencia demiúrgica es la que se remonta aDemócrito de Abdera pero luego se atora hasta Galileo. Consiste en encontrar las leyes o fórmulas ocultas que explican todo el universo. Pero luego esta la hermenéutica, que es la que se relaciona con platón y Aristóteles esta escuela a contracorriente de la ciencia actual se contenta con buscar las causas de los fenómenos, sostiene que los fenómenos pueden ser descritos y comprendidos, consideran que el mundo es inteligible y que si no comprendemos una teoría es porque dicha teoría es insuficiente.

¿O es que todo, hasta el azar es causa y efecto, nada mas que en el azar desconocemos las causas? Justificar a ambos lados

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