Todo lo que hacemos los occidentales que tenemos cubiertas las necesidades básicas de casa, comida y sustento va encaminado, desde hace siglos, a encontrar la tan elusiva Felicidad. Una de las raíces latinas de la palabra felicidad, fe, viene de believe it or not , amamantar, la que cría, la que da leche. Así, fémina es la que amamanta, y felare, fellatio, significa “mamar”, fellator, el que mama, felonía, un grave crimen—para los romanos la felación era un crimen que cometía el felador --el que chupaba, no el que se dejaba, ya que era como voluntariamente renunciar a su posición de hombre, por ende superior, y degradarse… y eso se veía con muy malos ojos…ERA UN CRIMEN. Pero felicidad, felix, (La clave de la felicidad la pusieron los romanos en la fructificación. Es mucho lo que ha llovido desde entonces.) viene de esa misma raíz y sé que habrá muchos para quienes la felicidad consiste EXACTAMENTE en eso. En cometer crímenes. JA.
Y aun así, la felicidad es como el tiempo, todos sabemos que es, pero nadie sabe bien como definirla, y además, aunque nadie la posea, todo mundo te da consejos sobre como conseguirla. En los dominios latinos, la felicidad no era como en Grecia, algo externo a uno (eudaimonia en griego es felicidad, el buen espíritu, de manera sucinta), sino que era más tangible, y ni siquiera provenía de
Ahora bien, no es privativo de los occidentales perseguir la felicidad, los orientales también quieren ser felices, pero ellos de otro modo, ellos a través del desapego, de alcanzar la nada, del nirvana y de no sufrir ni por ellos ni por los demás o de aguantar, coincidencia con los occidentales, estoicamente los avatares del destino (si así es, avatar no es nada mas la ultima película de James Cameron, ni el muñequito virtual que te representa) but como diría Shakespeare, the slings and arrows of outrageous fortune…
Felicidades, decimos en los cumpleaños, las bodas, las navidades, las graduaciones. Felicítame, decimos cuando alcanzamos algo, me felicito de haber hecho esto o aquello, feliz día, que felicidad, etc. etc.
Pues bien, uno de los, sino es que el mas, grande enemigo de la felicidad, no es la posibilidad de morirnos, sino la humillación. La humillación, me parece, no ha sido debidamente acreditada como la madre de todos los horrores. A la pobre ociosidad le ha tocado mucho vituperio sobre la maternidad del vicio, el cual no es más que enemigo del trabajo productivo que la moral de los señores demanda se cumpla para poder seguir ellos siendo señores con todos los privilegios que esto conlleva. Si se condena el vicio es porque este evita que se cumpla con el deber, otro invento de la moral du seigneur, cuyo único trabajo era vigilar que los jodidos cumplieran con su labor para con ellos o para la santa religión que los amparaba como señores.
Claro que aquí muchos dirán que no, que el vicio es causa de todo su llanto, de su desencanto y desesperación, y puede ser que si, pero el vicio sin humillación, no lleva a abusos dolorosos y a episodios de maldad y tristeza interminables. Namás hay que ver los fumaderos de opio chinos, donde a mi nadie me va a venir a decir que no había vicio, pero no era un vicio abusón y culero. Quienes lo volvieron así fueron los Europeos, y para que repetimos el triste episodio de cómo humillaron a los chinos con su propio opio, y las guerra de los boxers, y todo ese desastre que los occidentales con su deformación de la moral cristina han causado. Sino, fíjense: uno en las plegarias cristianas le habla a Dios como si fuese un Señor Feudal, y le tiene que obedecer tal cual. Esto no es nuevo ni lo inventé yo, lean a su Nietzsche, a su Schopenhauer, a su Bertrand Russell.
Quienes se sienten humillados, quienes son los humillados y ofendidos son quienes cometen los crímenes mas atroces…humillados en su dignidad, humillados en su concepción de si mismos, humillados en posición, humillados porque los pobres no quieren entender que los señores no deben ser desobedecidos, que las religiones no deben ser desacatadas, y eso, eso señores, jamás lo habremos de permitir. Y la neta, no se permitía porque la gente pensaba tanto dentro del cristianismo como del Islam como de las castas hindúes, como dentro del shintoismo japonés (mais oui, han oído hablar de los burakimin? Existen aun y son la casta mas despreciada del Japón) que todo tenía una razón de ser, que si había señores y criados era porque así lo había querido dios, la naturaleza, Brahma, el mundo, el universo , lo que sea…y así antes había tal vez ardidos pero aceptones.
Pero desde que la gente se dio cuenta que nada tiene razón de ser, que al universo le vale un pito y que en realidad en dignidad de personas todos semos lo mesmo, ahí empezaron las broncas por la humillación, dicen unos. Yo creo que empezaron desde que Caín, que se sentía igual que Abel (quien siempre me cayó mal por sanguinario y atroz) se sintió humillado hasta la médula porque el Señor prefería las ofrendas sangrientas de animales que le tenía Abel (mismo Señor que luego pidió en ofrenda a Isaac el hijo de Abraham) a las canastas de flores y frutos y cosechas que Caín le ofrecía. ¡Ay! Siempre, siempre tanta ansia por la carne, ¿Qué necesidad tenia el Señor Dios del Universo, llenos están los cielos y la tierra de tu gloria, de ofrendas sangrientas y sufrientes y supurantes (sacrificio viene de la misma raíz que sangre), tanto que hasta se ofreció a su hijo a si mismo( ¿Megalomanía anyone? Ya no me acuerdo que desorden emocional es ese en el que uno se refiere a si mismo en tercera persona, tipo los reyes y su noi majestaticus: “Nosotros,
Y si semos de verdad creyentes católicos hemos de creer que en cada comunión, nos volvemos caníbales, porque a la hora que suena la campanita en misa y nos persignamos treintiseis veces como en coreografía, se da el milagro de la transubstanciación etre dire como en los mejores tiempos de la alquimia, una sustancia se convierte en otra, y el pan y el vino se convierten en carne y sangre LITERALMENTE y si no crees en esto, entonces no eres católico de a de veras y ni te vas a salvar. ¿Ortodoxia anyone? ¿ Rastros de medievo oscurantista??
Pero en fin, hablamos de la felicidad y del vicio y de la humillación.
El obrero que bebe y bebe para salirse de su horrible realidad de humillado, abusa de sus hijos y de su mujer porque a alguien tiene que ser capaz de humillar.
Humillar viene de las raíces regresar al suelo, y el suelo como todos sabemos no es tan buen lugar para regresar a él, sobre todo de rodillas y ante un carbón que lo que quiere es vernos besando la tierra, para sentirse el alfa. No sé si esto tenga que ver con nuestra condición de bípedos, que nos hace sentirnos mejor que los cuadrúpedos o que pedo, peros seguro tiene algo que ver con eso de “a la imagen y semejanza”. Claro que nadie se ríe de dios en un avión como dice la canción, pero ¿porque es necesario humillarse, y porque el humillarnos nos hace tan infelices?
Los griegos tenían el concepto de hubris, y decían que este era sine qua non la cuasa numero uno del hundimiento personal. Cabe subrayar que no estoy descubriendo el hilo negro ni mucho menos, pero por lo menos a mi si me esta cayendo el veinte de la relación humillación-felicidad. La cuasa numero uno de asesinatos en the good ol´ USA es entre la población masculina de
Evolutivamente, estamos programados para percibir las injusticias y las humillaciones y para no permitirlas. Evolutivamente excluimos a los que en lugar de ofrecer reciprocidad a nuestros actos se pasan de verga…y los diez mandamientos no son más que castigos para los que se quieren pasar de ésta. El egoísmo, nos dicen, es una mala cosa, pero no hay nadie en la tierra que no sea egoísta, porque así esta programado para serlo y para jalar agua pa’ su molino.
La gente que mejor nos cae es la que mejor nos hace sentir hacia nosotros mismos, y la que peor la que nos ignora, la que nos humilla, la que no nos ds la dignidad de persona. ¿Y eso, ultimadamente, que quiere decir?
Es una de los preceptos que nos pide la iglesia católica y la religon musulmana, que nos humillemos antes dios, que seamos humildes para reconocer que no somos nada y que por ende nada merecemos que la gracia de un Señor, feudal o celestial no nos quiera conceder. Que nos sometamos sin chistar, que no nos quejemos, que no hagamos olas, que no respinguemos, que todo lo aceptemos, pues no somos nada, ni nada valemos. A ver quien se los sigue creyendo, despues de todas las preubas de FE en la acepcion latina de la palabra que esto felones les han exigido no namas a las féminas sino a los varoncitos a su cargo...