EL CONCRETO DESENCANTO DE LA BURGUESÌA.
AGGGGHHHH. Que horror, que pesantez, que abulia, que indiferencia, que desencanto, que hueva. Estoy sufriendo el típico pero no por eso menos pinche síndrome del yoraquè, del aterrizaje en la escasamente estimulante realidad concreta, en el low de mi high...welcome through to the other side, the other boring, lazy, depressing side.
Aquí es donde uno se pone a pensar que hacemos mucho mas por evitar el dolor que por procurarnos el placer. Mucho mas. Por eso debemos tener, a como dè lugar, our fix of choice, cada vez más con mas frecuencia, para evitar el valle después de la colina, el low despues del high, pues, no porque el high sea tan lo máximo, que si lo es, a veces, pero porque el low es tan pinche.
Pus, ¿a que tanto brinco estando el suelo tan parejo? Lo malo es cuando precisamente, uno empieza a brincar estando el suelo parejo, porque ya luego nomàs no puede parar. Yo llevo exactamente seis meses de reventón in extremis, un reventón nuevo pero antiguo, el mismo de siempre, pero con otros personajes y otras locaciones, un chiroteo interminable, sin llenadera; y ya me alcanzó. Ya me alcanzó el desencanto absoluto, ese desencanto sobre el cual tanto te previenen cuando empiezas tu chiroteo, ese famoso "de todo se cansa uno, hasta de la belleza", hasta de la fiesta, hasta de viajar y me enferma que tengan razón.
Yo orita traigo un cansancio que parece de siglos. Parece que traigo el cansancio de todos los que se han reventado alguna vez, todos juntos encima. Traigo el cansancio que viene detràs del cansancio atrasado. Y ni siquiera me puedo quejar porque ¿Con que huevos se puede uno quejar de estar cansado de reirse, de bailar, de cantar, de tomar champaña, de despertarse tarde como muègano con sus amigos, de namas llegar a su casa a cambiarse para irse otra vez, de descubrir bellezas inimaginables en estados ajenos, de netear y llorar y sentir? ¿Con que huevos puede uno quejarse de tener la vida que siempre añorò cuando detràs de un escritorio, in a corner office, sentìa naùsea de estar presa todo el dìa sin poder estar haciendo precisamente todo lo above described?
Pus con los mismos que acepta, que si, que està desencantada, concretamente, del encanto, y que està desencantada de entender en propia piel que hay que tener cuidado con lo que se añora, y, ademàs, triste hasta la mèdula de que, en efecto, Santa Teresa de Àvila tenìa razòn y se han derramado màs làgrimas por las plegarias atendidas que por las que se dejan sin satisfacciòn.
La que esto escribe esta HARTA de conceder razòn a las sabidurìas callejeras, y a esas que sin saberlo le dan la razòn a la biologìa y a la evoluciòn. Estamos programados para la hormiga, no para la cigarra.
FUK Y REFUK. Odio aceptarlo
lunes, 8 de febrero de 2010
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